Arnaud ya no escucha nada ni a nadie. Tiene una esposa dócil, unos hijos a los que apenas ve en el desayuno y varias amantes a su disposición. Pero un día la nieve recién caída lo sorprende en la carretera y pierde el control de su vehículo. En estado de coma, permanece encamado, aparentemente inconsciente.
Sin embargo, Arnaud lo oye todo. Sus allegados se suceden a la cabecera de su cama, desvelando su auténtico rostro, y comprende hasta qué punto se equivocó, sobre sí mismo y sobre los demás. Se producirán hirientes revelaciones y magníficas sorpresas. Y del silencio brotarán las flores más inesperadas02026;