María Teresa Campos echa la vista atrás con la serenidad que da la edad y la sensación del deber cumplido y se pregunta para qué perdió el tiempo con algunas personas y, sobre todo, con algunos hombres. ¿Mereció la pena? ¿Es el amor tan importante y tan satisfactorio como nos venden?Porque, no se confunda el lector, la autora no reniega del amor maternal, ni del filial, ni del amor a Dios. Tampoco se puede decir que reniegue del amor romántico, pero sí le interesa desmitificarlo y preguntarse por qué en esta sociedad se le ha dado un lugar predominante que, quizá, no merece.Entrelazando historias clásicas de amor, como Romeo y Julieta, con otras más terrenales, como la de Elizabeth Taylor con sus ocho maridos, Teresa Campos recuerda sus amores y desengaños con el humor del que siempre hace gala, pero también con la capacidad crítica y de análisis que dan los años. Así contará una historia para la reflexión, el entretenimiento y en ocasiones, la carcajada.