Emma tiene 34 años, es la mujer de Tomás, la mamá de Julia y Marcos y un simple peón en el despacho de abogados de su marido.
Fuera de eso Emma no tiene ni idea de quién es, solo que siempre llega tarde a todas partes.
La rutina la envuelve y la adormece. Su única ilusión es salir de cuando en cuando con su amigo de toda la vida, Javi. Con él puede hablar, relajarse, reír. Se siente persona de nuevo y esos ratos compensan lo demás.
Pero la balanza se desploma cuando Javi le confiesa que debe marcharse porque está enamorado. El golpe resulta demasiado doloroso. Ahora se siente más sola que nunca y ha de reaccionar si no quiere hundirse. Se obliga a recordar, a cuestionarse a sí misma y comprenderse. A salir de su burbuja y a vivir con todas las consecuencias.
Teresa Guirado nos cautiva con una prosa ágil, fluida y muy visual en un relato evocador, un retrato valiente, realista y sencillo de la madurez amorosa de una mujer