La familia Tsukushi está en serios problemas económicos y Makino, consciente de lo difícil que será conseguir saldar una deuda tan grande, no tiene más remedio que pedirle el dinero a Tsukasa. No obstante, ese préstamo tiene un precio: Tsukushi deberá presentarse y ganar un concurso nacional que elige a la mejor estudiante. Por suerte, contará con la ayuda de Tsubaki para aprender a hacer arreglos florales, servir el té, modelar… ¡en tan solo dos semanas!
El entrenamiento es intenso y el día del concurso se acerca. Cuando una fuerte competidora reaparece en escena, Makino se siente tan sobrepasada por la situación que está a punto de rendirse, pero las palabras de ánimo de Tsukasa le devuelven la confianza en sí misma