Eugenio Pulido es un filólogo con poca suerte en la vida. Cuando se queda en el paro y sin ahorros, gracias a un viejo amigo entra en contacto con el comisario Contreras, al que va a hacer una proposición insólita. Pulido puede ayudarle a resolver delitos utilizando para identificar a los delincuentes una herramienta de la lengua, los estilemas, variaciones idiomáticas que son propias de cada persona y que se deben a su origen, historia familiar y trayectoria vital. Al principio escéptico, muy pronto Contreras se dará cuenta de que el método de Pulido es de una eficacia insospechada.