Un libro que nos presenta el pensamiento de Montessori de una manera coherente y clara. Una obra que bien podría haber escrito la propia Montessori, pero que no hizo.
Inger Enkvist
Maria Montessori es una pedagoga controvertida. Los naturalistas le reprocharon la rigidez y la artificialidad de su método, así como su rechazo a la imaginación productiva y a la fantasía; los progresistas, la individualidad y el carácter coercitivo de su método; los modernistas, su religiosidad; algunos la criticaron por adelantar los aprendizajes o por no respetar la libertad del niño, otros por lo contrario; los cristianos la tildaron de laicista, positivista, naturalista y teósofa, mientras que los teósofos la definieron como ‘católica’. Mientras Mussolini cerraba todas sus escuelas, la trataban de fascista. ¿Qué hay de cierto en todo ello? ¿Comparte los planteamientos de la pedagogía romántica de Rousseau? ¿Y los movimiento de la Educación Nueva? Quizás ha llegado el momento de dar respuesta a une serie de mitos que circulan con impunidad sobre una de las pedagogas y de las propuestas educativas más fascinantes y controvertidas de la historia de la educación.
Si Montessori vuelve hoy a estar en primera línea de la actualidad educativa, no es por casualidad. Su propuesta, rica en matices, no puede ser más actual en un contexto educativo de dialéctica infértil entre la instrucción directa y el aprendizaje por descubrimiento, entre el conductismo y el laissez-faire, entre la importancia de la razón y de la dimensión sensorial y, entre el aprendizaje pasivo y activo. Montessori nos puede ayudar a encontrar caminos nuevos que se salgan de las falsas retóricas que encierran esas dialécticas; abre una tercera vía que no solo trae matices, sino también y sobre todo claridad.