Tras el éxito de la primera edición de esta obra, Tito Vivas nos presenta una versión revisada y ampliada con un nuevo capítulo sobre Alejandría, más fotografías y sus ya conocidas acuarelas.
Desde que con sólo nueve años el autor visitara Egipto por primera vez, ese país y su pasado se convirtieron en la razón de su vida.
En este libro, el joven egiptólogo nos narra un viaje que recoge experiencias y anécdotas de otros muchos. Durante largos años, Tito Vivas se dedicó a recorrer los yacimientos egipcios, y participó activamente en distintas campañas arqueológicas, lo que le facilitó un contacto con el país diferente al que vive un simple viajero. A la manera de Nigel Barley, del que se declara entusiasta lector, el autor nos lleva de la mano por las más conocidas y las más raras construcciones. Nos hace participar en la apertura de una cámara intacta de la Dinastía XI, pero también nos hace viajar en taxi o en camello, en falúa o en barca, nos invita a compartir con él habitaciones de hoteles de lujo o de mala muerte, y nos lleva a cenar en sitios que sólo él conoce. El viaje de un ingenuo arqueólogo español que nos iniciará en la egiptología mientras está a punto de morir electrocutado, sufre el hostigamiento de un fantasma nocturno, o se ve acosado por las fuerzas de seguridad del país.
La ausencia casi absoluta de obras de literatura de viajes y egiptología actualizadas hace de este libro no sólo una narración entretenidísima y de gran valor divulgativo, sino también un documento con alto interés académico y sociopolítico. Un libro destinado a formar parte de bibliotecas públicas y privadas, y, lo más importante, a ser lectura de cabecera de miles de viajeros.