La primera mujer del rock canta alto y fuerte sobre la libertad y el amor.
«Te casas al acabar el instituto, tienes muchos hijos y te callas, ¿verdad? Yo no hice nada de eso.» Así explicaba Janis Joplin su actitud rebelde ante la vida. Ella defendió siempre que las mujeres debían ser las responsables de su destino, elegir el oficio que quisieran, compartir la vida con quien desearan. Desde su infancia en Texas, en un ambiente profundamente segregado y racista, ella supo que quería hacer las cosas a su manera: por ejemplo, cantar blues como Bessie Smith, o leer los «peligrosos» libros de Jack Kerouac. Cuando se trasladó a San Francisco en 1963 vivió el nacimiento de un movimiento inédito, la cultura hippie, que culminó en su legendaria actuación en el festival de Woodstock de 1969.
La vida de Janis, al igual que su carrera, fue un continuo enfrentamiento a todos los esquemas establecidos. Sus cuatro álbumes de estudio siguen siendo, hoy en día, un grito de libertad y de rebeldía ante el autoritarismo.