La prosa magistral de Umbral nos devuelve a ese adolescente que mira hacia el niño que ha sido y los trenes que se cruzan en su camino, un adolescente que crece al pasar las páginas y va cambiando su ilusión de ser sublime sin interrupción por el deseo de la mujer amada y el placer de compartir las aventuras con los amigos, en una noche de verano, en una atmósfera donde al negro se le transparentaba el azul. Una novela fresca y sugerente como sólo es la gran literatura.
«Las ninfas vino a poner término a bastantes tópicos y a cierto tono, a muchas visiones estereotipadas, a no pocos clichés narrativos y, desde la radical eficacia de un lirismo amargo, puede decirse que clausuraba un período. Cambió su ‘momento‘ y hoy lo sabemos.» Del prólogo de Gonzalo Santoja.