La razón de ser del empático es inspirar unidad, crecimiento y sanación. Lo primero que debe hacer un empático es empatizar consigo mismo. Los sentimientos que mueven a las personas empáticas son la compasión, la bondad y el amor, pero en ocasiones tienen demasiada tendencia a aferrarse a ideas auto derrotistas. El mejor remedio es el perdón, ser tan comprensivo contigo mismo como lo serías con el otro.
El empático debe tomar distancia en su mente y emociones, algo complicado, pero los ejercicios que proponemos en este libro están concebidos para facilitar este proceso. Puedes elegir la opción que más vaya contigo: la oración, el estudio de los ciclos planetarios, la meditación, practicar el arte, la música, los auto mensajes positivos, los cristales… Llevará algún tiempo, pero sin duda puedes cambiar tus puntos de vista subjetivos por otros más positivamente objetivos.
Lo que pensamos, decimos y hacemos todos los días crea una onda expansiva de energía en el mar infinito de la unidad empática del mundo, y todo empieza por nosotros mismos.
Ante el dolor emocional, no te resignes; ¡te guste o no, estás aquí para ayudar a llevar al mundo a una frecuencia más elevada!