Tras el brutal enfrentamiento contra Han, el tercer líder supremo, Kenshirô constata que el país de los Asuras es su tierra natal. Además, llega a sus oídos la leyenda del redentor Raoh, al que todo el pueblo de dicho país espera con ansia.
Por el pueblo indefenso, por el juramento que trabó con Raoh, ¡Kenshirô afianza más si cabe su decisión irrevocable! "¡¡Ya no tengo camino por el que regresar a ninguna parte!! ¡¡Yo ejecutaré la leyenda de Raoh!!