A esta singular obra colectiva concurre más de medio centenar de personas, vinculadas a los «Encuentros Interuniversitarios de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social» que reúnen anualmente a un grupo heterogéneo y abierto de iuslaboralistas vinculados a la Universidad española, así como a otros ámbitos de tal disciplina. Cada una de ellas ha seleccionado libremente la poesía (objeto material) contemplada desde la atalaya del Derecho del Trabajo (objeto formal). Se trata en todo caso de breves composiciones poéticas, entendido este concepto en un sentido muy amplio, que abarca desde la lírica pura a la epopeya, pasando por la comedia y la sátira, en castellano y otras lenguas.
La representación de estilos y autores es plural y heterogénea, del anónimo cantor de romances a Olga Novo; de Jorge Manrique a Luis García Montero; de Garcilaso de la Vega o Lope de Vega a Pier Paolo Pasolini y Gustavo Adolfo Bécquer; de Gutierre de Cetina a Begoña M. Rueda; de Eduardo Galeano a José Emilio Pacheco; de Alberto Muñiz Sánchez a Miquel Martí i Pol; de Khalil Gibran a Francisco Alemán; de Mario Benedetti a Francisco de Quevedo; de Juan de Arguijo a Tirso de Molina; de Calderón de la Barca a Emilia Pardo Bazán y César Vallejo; de Miguel Hernández a Friedrich Hölderlin o Rabindranath Tagore; pasando por François Villon, Fray Luis de León, Espronceda, García Lorca, Pessoa, Gabriel y Galán, Zorrilla, Góngora, Unamuno, Kavafis, Neruda, Machado, Alberti, Carolina Coronado, José Hernández, Giovanni Pascoli, Joan Maragall, Yourcenar; sin olvidar a José Asunción, Pietro Mastri, Gertrudis Gómez de Avellaneda, Evaristo Carriego o Fernán Coronas.
El libro se compone de una sucesión de pequeños ensayos, en los que la impronta de quien escribe está muy presente, desde la propia elección de la pieza al desarrollo del comentario, aunque se ha procurado responder a un esquema común. En todo caso es seguro que ha quedado garantizada la libre consideración de los aspectos sociolaborales, así como la expresión de las sensaciones que el poema suscita, muchas veces evocadora de recuerdos de las propias biografías.
La obra es un desafío también para quien se acerca a ella. Puede poner a prueba su cultura literaria, pero también intentar adivinar lo que la glosa iuslaboralista derivará de cada pieza elegida. Para mejorar la experiencia, nada mejor que compartir la lectura con declamación, solitaria o en compañía.